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La trata de personas es sin duda uno de los delitos transnacionales más prolifos de este siglo y está en constante desarrollo, siendo precedida sólo ligeramente del tráfico de armas y el narcotráfico; sin embargo, si el tráfico de personas se mantiene en este camino destructivo actual, pronto será capaz de superar ambos.
La trata de personas es muy atractivo para los delincuentes y, como se ha mencionado, muy rentable, ya que los hombres, las mujeres y los niños pueden ser comprados y vendidos innumerables veces y son, por lo tanto, vistos como una mercancía valiosa y muy rentable para las organizaciones criminales nacionales y transnacionales.
En pocas palabras, la trata de personas es una forma moderna de esclavitud que conduce a trabajos forzados, niños soldados, atentados suicidas, el tráfico de órganos, y por supuesto, el comercio sexual (el más desarrollado y solicitado ).
600.000 a 800.000 hombres, mujeres y niños son traficados a través de fronteras internacionales cada año. Aproximadamente el 80% son mujeres y niñas. Hasta el 50% son menores de edad. 1,2 millones de niños son víctimas de trata cada año.
Pero, ¿qué tiene que ver la pornografía con el tráfico con fines sexuales?
En resumen, el 80% de las víctimas de tráfico sexual informaron que sus captores les obligó a ver pornografía para ilustrar los tipos de actos sexuales que tendrían que llevar a cabo para sus «compradores». Además de ver la pornografía principalmente para dirigir y entrenar a las víctimas para satisfacer las expectativas de los secuestradores, las víctimas estaban obligadas a tomar parte en escenas pornográficas, destinadas a ser compartidas por hombres y mujeres de todo el mundo, la mayoría de los cuales sucedían «en vivo» con los clientes dispuestos a pagar.
Aunque los varones adultos pueden estar entre las víctimas de tráfico sexual, las víctimas más probables de esto son las mujeres y los niños. Los traficantes utilizan la participación de la víctima en películas pornográficas como un medio de control psicológico, chantaje y desensibilización de las víctimas, haciéndole saber que esas imágenes probablemente permanecerán indefinidamente en el ciberespacio. La pornografía, y así particolarmente la pornografía infantil ilegal, se estima generar unos 13 mil millones de dólares al año.
Por último, la pornografía, tanto legal como ilegal, es el combustible del mundo de la trata con fines sexuales debido a su insaciable suministro y su demanda en la sociedad actual.
Hasta Pronto
Antonio Morra
