Lo siento por los errores, el espanol no es mi idioma! Dios nos bendiga!

Tengo una pregunta para ti. ¿En qué ocasiones vez pornografía? Tal vez cuando estás aburrido? Cuando te sientes solo? Enojado? Estresado? Cansado? Sacudido? incomprendido? ¿Cuándo?

… En serio. Cuando? Por lo general, estas son las respuestas más comunes que recibo de los jóvenes y adolescentes. Si estas son las razones por las que recurres a la pornografía, entonces el problema tiene más que ver con tu relación con Dios que tu posible adicción a la pornografía.

Para muchos, la pornografía tomó el lugar de Dios, convirtiéndose en un refugio.

Cuando sentimos estas emociones negativas, buscamos alivio, o un asilo, algo que puede deshacerse del dolor o llenar el vacío en nuestras vidas.

7 deseos del corazón

Mark y Deborah Laaser, una pareja que se dedica al cuidado de las personas que han sido destruidos por los problemas sexuales, identifican siete siete deseos del corazón. Según ellos, estos son los deseos fundamentales, o las necesidades, de cada ser humano: 1) ser oído/ entendido, 2) ser reconocido, 3) ser bendecido, 4) sentirse seguro, 5) ser tocados, 6) ser elegidos, 7 ) ser incluidos.

Cuando no se cumplen estas necesidades somos vulnerables y estamos en peligro de caer.

La respuesta del rey David

Los Salmos nos muestran que estas necesidades no son nuevas. Estoy seguro que el rey David a menudo se aburría, estaba solo, enojado, estresado o cansado. Pero las Escrituras nos revelan la manera correcta de responder a estas emociones. Al igual que David, debemos aprender a reaccionar clamando a Dios y confiar por completo en Él. Jesús quiere ser su refugio, pero sobre todo, es capaz de satisfacer todas sus necesidades. Él quiere ser tu roca, tu fortaleza, tu refugio, y al contrario de la pornografía, el te puede liberar.

Lee las palabras del Salmo 71: 1-5

1 En ti, Señor, me he refugiado;

jamás me dejes quedar en vergüenza.

2 Por tu justicia, rescátame y líbrame;

dígnate escucharme, y sálvame.

3 Sé tú mi roca de refugio

adonde pueda yo siempre acudir;

da la orden de salvarme,

porque tú eres mi roca, mi fortaleza.

4 Líbrame, Dios mío, de manos de los impíos,

del poder de los malvados y violentos.

5 Tú, Soberano Señor, has sido mi esperanza;

en ti he confiado desde mi juventud.

6 De ti he dependido desde que nací;

del vientre materno me hiciste nacer.

¡Por siempre te alabaré!

Cualquier cosa a la cual nos aferramos en los momentos difíciles se convierten en nuestro refugio. Si nos aplicamos a la pornografía cuando estamos aburridos, estresados, enojados, o solos, la convertimos en nuestro refugio. Esta es la razón por la cual la  adicción a la pornografía está vinculada más a nuestra relación con Dios, que con el sexo. La pornografía toma el lugar de Dios en nuestras vidas.

La comparación con la realidad

La honestidad es clave para la curación, entonces necesitamos ser completamente honestos acerca de nuestra relación con Dios. A veces hago que algunas personas lean el Salmo 71 en voz alta, pero en lugar de «Dios / Jehová / Señor «, lo reemplazó con el nombre de su sitio porno favorito.

Suena ridículo cuando se lee en voz alta, pero sirve para demostrar claramente que estos sitios de pornografía han tomado el lugar de Dios. pruebalo con los seis primeros versículos. En espacios vacíos, pon el nombre de su sitio porno favorito, o incluso simplemente «pornografía».

1 En ti, ________, me he refugiado;

jamás me dejes quedar en vergüenza.

2 Por tu justicia, rescátame y líbrame;

dígnate escucharme, y sálvame.

3 Sé tú mi roca de refugio

adonde pueda yo siempre acudir;

da la orden de salvarme,

porque tú eres mi roca, mi fortaleza.

4 Líbrame, ________, de manos de los impíos,

del poder de los malvados y violentos.

5 Tú, ________, has sido mi esperanza;

en ti he confiado desde mi juventud.

6 De ti he dependido desde que nací;

del vientre materno me hiciste nacer.

¡Por siempre te alabaré!

Cualquier cosa a la cual nos aferramos en los momentos difíciles se convierten en nuestro refugio. Si nos aplicamos a la pornografía cuando estamos aburridos, estresados, enojados, o solos, la convertimos en nuestro refugio. Esta es la razón por la cual la  adicción a la pornografía está vinculada más a nuestra relación con Dios, que con el sexo. La pornografía toma el lugar de Dios en nuestras vidas.

Sólo Jesús puede ser nuestro refugio

Cuando reconocemos esto, se hace evidente que el primer paso hacia nuestra sanidad es que debemos postrarnos a la gracia de Jesús, porque sólo Él puede satisfacer los deseos de nuestro corazón, sólo Él puede ser realmente nuestro refugio.

Creo firmemente en este principio a la que he dedicado la tesis de mi libro «PornoToxina«: «La lucha contra la pornografía en nuestras vidas no significa negar el placer, pero experimentar un mayor placer en Jesús.»

Dios les bendiga
Antonio Morra